Qué mensajes reciben nuestros jóvenes a través de los youtubers
No es un tema nuevo el que voy a tratar en las próximas líneas porque en este mismo blog hemos hablado de ellos no hace mucho. Sin embargo vuelven a estar en boca de todos, esta vez por sus «fugas» a Andorra, Andortubers les llaman.
No voy a meterme en si está bien o mal en que quieran evadir impuestos. Aunque estoy muy de acuerdo con el también youtuber y caster, Ibai Llanos, pero he dicho que no me voy a meter en ese charco. Pero sí que quisiera que se reflexionara sobre el ejemplo y las señales que mandan estos youtubers. Resulta que dicen a su ingente público que les ve que en su mayoría son chavales menores de 14 años que Hacienda les está robando su dinero. Y claro, un chaval de 14 años a lo mejor no ha oído hablar de hacienda nunca hasta ese comentario, y como su ídolo le habla así de una entidad que reparte el dinero de los contribuyentes, pues ya sabemos lo que opinará él sobre los impuestos y demás. La imagen que trasladan al respecto de la responsabilidad para con nuestros conciudadanos, es nula.
Pero oye, que no es nuevo eh, que cuando éramos jóvenes también hubo ejemplos de evasores de impuestos, y no hace falta irse tan atrás, solo hay que ver las noticias, cada X tiempo sale algún deportista o político con cuentas en el país de los Pirineos, y en otros.
Pero tampoco quería hablaros de esto. El asunto es que nuestros jóvenes reciben estímulos todos los días desde estos canales, y los padres estamos vendidos, porque lo que les digan ellos van a misa y si ellos dicen que hacienda les roba, pues les roba, aunque sus padres les digamos que nosotros aportamos hasta un 30% de la nómina en impuestos para que ellos tengan sanidad «gratuita» o colegios públicos, carreteras o alumbrado público. ¿Cómo podemos llegar los padres a hacerles entender cosas que las dan por buenas? Es muy difícil que podamos entendernos con ellos.
Muchos de nuestros chavales quieren ser youtubers, casters, gammers, o lo que sea que acabe en ers y lleve una silla gammer pegada. Porque piensan que les pagarán por hacer algo que les apasiona como es jugar online a videjuegos y enseñarlo. Pero detrás de un vídeo de una hora hay mucho trabajo de edición y montaje detrás, que ellos no ven. Como tampoco ven que para que Google te acepte como youtuber profesional tienes que tener más de 1000 suscriptores en los últimos 12 meses y 4000 horas de visualizaciones de tus vídeos antes de que te permitan monetizar.
¿Y qué es monetizar? Pues sacarle rentabilidad a tu canal por medio de anuncios, merchandising, patrocinios, etc. Pero por cada 1000 clicks te darán unos pocos euros, así que tienes que tener muchos espectadores para que salga rentable mantener el canal.
Y mientras estás haciéndote un hueco en el asombroso mundo de Youtube, estás exponiéndote de una manera brutal a gente que no conoces. Y aquí quería llegar yo, cuatro párrafos después. Nuestros chavales (ni nadie en realidad) está preparado para la crítica negativa. Tener un canal de youtube o hacer vídeos en Twitch implica tener comentarios de cualquier tipo en tiempo real (vale, los puedes desactivar), que quizá luego se trasladen a la vida física. Y los utilicen en tu contra para hacer bullying. ¿Quién te dice que no reutilizarán ese contenido multimedia y lo editarán para poner en tu boca cosas que no has dicho? Pero claro, eso a tu hijo no le va a pasar. Porque él controla. ¿En serio?
Recientemente he participado en el programa de «A vivir que son dos días Euskadi» y hemos hablado sobre esto. Si queréis podéis escuchar el corte del programa aquí.
Si estás interesada en algún tema concreto que podamos explorar y dar conocer, escríbeme y me pongo manos a la obra.