Hoy no tenía previsto publicar nada, sin embargo me veo en la obligación de hablaros de Nico. Como no podía ser de otra manera en mi actual faceta como ponente en charlas sobre seguridad en redes sociales.

Seguro que a todos os ha llegado el famoso Nico vía WhatssApp.  Parece que ha salido de un experimento de un colegio de Madrid. ¿Cuántas veces os ha llegado?

A mi me llegó tres veces, las tres pregunté de qué colegio había empezado, viendo la posibilidad de enviarles una propuesta de charla. Nadie supo contestarme. Alguno me dijo que lo íba a preguntar a quien se lo mando. Aún estamos esperando ella y yo.

Otro pensamiento fue que era un acto de marketing de la marca Adidas. Os imagináis a Adidas haciendo algo tan viral con un burdo dibujito? Podría ser, no es tan descabellado. Fijaos hasta dónde ha llegado Nico.

El caso es que yo no envíe ninguna de las tres veces y me paré a pensar si en vez de Nico fuese la foto de alguien. Como así está ocurriendo desde hace un par de días con un individuo que las redes ya han descrito como violador,

que vive en tal sitio, en las casas amarillas, que anda por los barrios de tal ciudad. Se ha contrastado la información? ¿Sabes seguro que ese señor es efectivamente un delincuente? ¿Sabes si no estás cometiendo un delito si difundes la imagen de alguien sin su consentimiento? Al hilo de lo que es o no delito tendremos una colaboración en este Patio de mi compañera María Villarino. No estoy defendiendo o diciendo que no lo sea, simplemente no lo sé. Y no voy a participar en la difusión de algo que no conozco, que no sé el origen del rumor, que no sé si la información está contrastada. Si la foto de es individuo fuese el de tu vecino, o el de tu primo, o el del frutero de tu barrio, también la difundirías? ¿Cómo sabes que esa foto no la han cogido de internet o de tu perfil del Whatssapp y la han tuneado para este hecho?¿Cómo sabes que no lo hacen para vengarse de esta persona?

Actuemos con cabeza, seamos honestos y ejemplos para nuestros hijos. No caigamos en creernos todo lo que nos manden.

En el caso de Nico, se ha demostrado que la «foto» es real y el experimento está ahí, porque os imagináis la cara de los padres tan convencidos en demostrar algo, y que luego sea falso?

No seré yo quién os diga lo que tenéis que hacer con las fotos que os llegan o que envíais sin más. Pero sí me gustaría que reflexionarais sobre ello. El fin de semana puede ser un buen momento. Así como para hablar con vuestros hijos de estos temas, si el maldito Clash Royal os deja.