Tienes un(os) hijo(s) maravilloso(s)

Tengo unos hijos maravillosos. Y diréis, pues qué loca, yo también. Pues claro, tú también, todas los tenemos, sólo que a veces no nos damos cuenta. Y exigimos a nuestros pequeños cosas que no deberíamos. Llevo ocho meses viviendo tranquilamente, me explico, sin horarios, sin prisas, sin demasiados gritos en casa, sin grandes disputas, y veo que mis niños son niños. Son niños maravillosos, sociables, jugones, sanos, sonrientes, felices, activos, emotivos, responsables, divertidos.
A veces nos empeñamos en pedirles que hagan esto o lo otro. Que entiendan cosas q no tienen por qué entender. Les pedimos que se hagan responsables de actitudes o acciones que no tienen por qué hacerlo. Nuestros niños son maravillosos. Dejémosles seguir siéndolo. Dejémosles seguir siendo niños todo el tiempo que podamos. Dejémosles que sigan teniendo esa inocencia maravillosa que les permite vivir en su mundo de fantasía y paz. No les demos responsabilidades superiores a su edad o madurez, no les dejemos solos si no están preparados, no les asustemos con cosas de dinero o de las noticias, porque no lo necesitan y no se soluciona nada. No les dejemos que tomen decisiones que no pueden tomar, no les dejemos salir de su infancia todavía.




Démosles herramientas para que sean personas felices, de provecho, alegres, empáticas, responsables, que sean capaces de decidir por sí mismos cuando estén preparados.
Apoyémosles en sus actos, en sus necesidades, escuchemos sus historias, porque para ellos son importantes, vamos a darles su tiempo para llegar a la meta, no les vamos a meter prisa, sal antes de casa si es necesario para no tener que andar deprisa, organiza tu agenda para que cuando estés con ellos, tu tiempo sea de calidad y en exclusiva.
Yo no quiero que mis hijos sean grandes futbolistas, buenos tenistas, que me obedezcan a la primera, que no griten, que no corran cuando van a un restaurante, son cosas importantes sí, pero mucho más importante es que nuestros niños crezcan felices para que de adultos puedan ser personas coherentes y responsables de sí mismos y de sus actos.
Te dejo este emotivo vídeo para terminar el post. Y para que le des la importancia correcta a las cosas. Yo ya he aprendido a valorar lo que de verdad importa. Os lo conté hace ya casi un año, y desde que le escuché pongo en práctica sus lecciones de vida. Porque no hay nada más fácil y  más difícil en la vida que ser feliz.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *