Recuerdos del verano

Recuerdos del verano

Aún recuerdo nuestros veranos. Aún escucho nuestras risas en mi cabeza, recordando aquellos veranos de la infancia. Aquellos juegos entre hermanos, aquellos paseos en bici por el camino de piedra.

Aún recuerdo nuestros baños en las pozas del río, aun recuerdo nuestras conversaciones en la cama. Por la noche, exhaustos, recordando el día. Recordando los días.

Lo recuerdo y se me ensombrece el alma, pensando en aquel fatídico día en el que te solté de la mano. Pensando en que si hubiera estado más atento nada de todos estos recuerdos serían ahora mis pesadillas.

Qué bien lo pasábamos juntos, qué bonito fue conocerte, cuánto aprendimos juntos, y cuánto nos quedaba por jugar. Cómo me gustaría tenerte ahora cerca, para que mis hijos pudieran disfrutar de su tío, de tu amor incondicional, de tu alegría, de tu sonrisa. Pero no puede ser. Te solté de la mano en el peor momento. En el momento en el que pasaba aquel camión. Aquél único camión que pasó en todo el verano. Aquél fue el que trastocó nuestro día, nuestro verano y toda nuestra vida.

No sé qué me duele más, si el haberte perdido, o el no haberte sabido cuidar mejor. Nunca nadie me reprochó nada, pero sé que mamá y papá siempre tendrán en su cabeza mi despiste. Siempre pensarán que fue mi culpa, creo que nunca volvieron a quererme igual. No sé si quiera, si volvieron a quererme. Tu ausencia era tan grande. Es tan grande.

Ahora me encuentro solo, mirando tu foto, nuestra foto, la que nos sacamos ese último verano, en una cueva cercana. Cuándo fuimos investigadores, cuando nos perdimos y nos encontramos. Todo me da vueltas. Se me empañan los ojos. Las lágrimas me recorren las mejillas y la tristeza me sigue despertando por las noches. El dolor que me sigue atenazando por dentro no me deja vivir. El haberte perdido de mi mano, el haber sido yo el último que te vio con vida, el saberme tan querido y admirado por mi hermano pequeño, y ahora no tenerte en mi vida.

Nunca hemos vuelto al pueblo. Nunca he podido hablarles a mis hijos de ti sin echarme a llorar, nunca les he dejado solos, nunca les he pedido que cuidaran el uno del otro, nunca he vuelto a ser el mismo. Nunca me he sentido tan solo.

Evidentemente es una historia inventada, nunca he perdido un hermano, ni mis hijos se han visto en semejante situación, pero hay momentos de este verano que me han hecho pensar en esta historia. Y es que a veces pedimos a los hermanos ciertas responsabilidades que no les corresponde. ¿Os imagináis que a uno de vuestros hijos le ocurriera algo mientras está al cuidado del otro? No puedo imaginar el dolor que le generaría a mis hijos esta situación. Creo que no lo soportarían. No soportarían verse implicados en la muerte del otro, ni siquiera en un accidente sin llegar a lo peor.

Siento haber vuelto al blog con esta entrada, pero es que no sabéis la desazón que me genera ver a veces a niños algo mayores que los míos, solos en el parque o en la piscina. Dejemos que los niños sigan siendo niños. Un poco de responsabilidad está bien, pero sólo hasta dónde puedan llegar. No les dejemos a ellos que hagan nuestra tarea. La responsabilidad es de los padres. Nuestra.

 

 

2 thoughts on “Recuerdos del verano

  1. Tengo 2 hijos de 10 y 7. Me da reparo incluso decirle a la mayor que sea ejemplo del pequeño. Cada uno que sea responsable de si mismo y yo, de los dos!

    Amaya
    La libreta de Amaya

    1. Amaya, gracias por pasarte y comentar. Es terrible ver a veces a niños pequeños «haciéndose responsables» de sus hermanos pequeños cuando ni siquiera pueden cuidar de sí mismos.
      Dejémosles que sean niños.
      Ven cuando quieras por este Patio.

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