Cuando llego a casa mi mamá no está. Dice que como ya tengo 10 años puedo llevar la llave de casa y quedarme solo en casa hasta que ella vuelva.
Normalmente cuando ella llega, como viene de trabajar, dice que está muy cansada, que vea un rato la tele mientras prepara la cena.
A mi me gustaría contarle lo que he hecho en la escuela, que me han dado un premio por hacer bien el trabajo de ciencias, que me he caído en el patio por querer saltar a la canasta, que ayer tuve una bronca con un compañero, pero me da miedo molestarla y que me grite.
Normalmente cenamos los dos solos, mi padre viaja mucho y apenas le veo. Solemos ver la tele mientras cenamos, apenas me deja hablar porque quiere saber qué ha pasado en el mundo, las noticias de países lejanos, de gente desconocida, con problemas que no podemos solucionar.
Ella no me mira mucho, casi no me cuenta nada, no sé si está triste o contenta. Si remoloneo demasiado para irme a la cama acaba gritándome y terminamos el día discutiendo. Encima que apenas la veo, cuando estamos juntos es para pelearnos.
Me voy a la cama y muchas veces me duermo sin notar su beso de buenas noches. Yo creo que no me lo da.
Por la mañana tengo que calentarme la leche en el microondas, mientras ella se termina de preparar, me deja el almuerzo en la repisa de la entrada para que no se me olvide. Me lleva al cole en coche y me deja en la puerta y ella sigue a su trabajo. Ya ni me molesto en acercarme para darle un beso. Yo noto que ella no me quiere.
El fin de semana no es mucho mejor. Juego en el parque con mi padre mientras mi madre lee el periódico al sol. Pero ni siquiera el sábado que no tiene que trabajar es amable conmigo, está pendiente del móvil, de tomarse un aperitivo con mi padre pero nunca me abraza.
A veces me quedo mirando a las musarañas como dice ella, pero en realidad estoy recordando a mi madre cuando yo era pequeño, me abrazaba, me besaba me despertaba con besitos y caricias, me preparaba mi postre favorito, e incluso me contaba cuentos por la noche. ¿En qué momento mi mamá ha dejado de quererme? ¿Qué habré hecho mal para que ya no me abrace por las noches? ¿Será que cuando uno se hace mayor, deja de ser querido? Pero si hago cosas de pequeño me odiará aún más, no voy a ponerme ahora a chuparme el dedo para que me vea más bebé y vuelva a abrazarme y darme besos. Cuando voy al cole, me dan envidia los niños que se despiden de su madre con un beso en la mejilla. Cuando estoy en el parque y me caigo me gustaría que mi madre me diera besos en la herida para que se me cure.
Mi mamá no me quiere. No le importa nada de lo que hago, da igual si me porto bien o mal, no se entera si no le doy las notas para firmar, no se enterará si falto al cole para ir con unos amigos nuevos que tengo, total, mi mamá no me quiere.
No notará que he llegado más tarde de lo normal a casa, total, ella nunca está en casa antes de las ocho. Siempre y cuando llegue a casa antes que ella, no notará nada, total, mi mamá no me quiere.
Ya no me pregunta por nada ni por nadie, y yo apenas le cuento, no le interesan mis historietas de niño, a lo mejor cuando me haga más grande y fuerte como los amigos nuevos que me he hecho, quizá entonces me vea como un chico grande y no como un niño.
Mis amigos nuevos sí que me quieren, me dan palmaditas en la espalda y me felicitan cuando hago algo bien o se ríen cuando les cuento un chiste. Además el otro día me dieron 5€ por hacer una cosa, una cosa muy fácil, llevarle un paquete a un chico en la plaza. Muy fácil. Me han dicho que si les ayudo, me darán más. Mi mamá no me quiere pero mis amigos me adoran.
No notará que he llegado más tarde de lo normal a casa, total, ella nunca está en casa antes de las ocho. Siempre y cuando llegue a casa antes que ella, no notará nada, total, mi mamá no me quiere.
Ya no me pregunta por nada ni por nadie, y yo apenas le cuento, no le interesan mis historietas de niño, a lo mejor cuando me haga más grande y fuerte como los amigos nuevos que me he hecho, quizá entonces me vea como un chico grande y no como un niño.
Mis amigos nuevos sí que me quieren, me dan palmaditas en la espalda y me felicitan cuando hago algo bien o se ríen cuando les cuento un chiste. Además el otro día me dieron 5€ por hacer una cosa, una cosa muy fácil, llevarle un paquete a un chico en la plaza. Muy fácil. Me han dicho que si les ayudo, me darán más. Mi mamá no me quiere pero mis amigos me adoran.
Jo… Se me han puesto los pelos como escarpias! Esta es la posible historia real de cientos y cientos de niños en el mundo entero.
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Me ha quedado un final un poco catastrofista peri por lo menos nos hace reflexionar. Que no nos veamos nunca en una situación ni parecida. Gracias x pasarte Cata. Un honor.
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Madre mía!! Uff me he quedado con ganas de escuchar, abrazar, cuidar a ese niño. Y cuántos habrán así!! Como bien dices, que nunca nos tengamos que ver así, que tristeza. Un abrazo
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Gracias por comentar DeMamis. En este caso es inventada, pero me he basado en unos chavales fumaporros que suele ver todas las tardes en horario extraescolar.
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