Esta entada la empecé a escribir a finales de febrero, la dejé, la retoqué, la dejé, la borré, la volví a escribir, la abandoné, me fustigué por pensar así, y hace unos días leí un post que no quiero reproducir aquí por no darle más bola, pero se titulaba «Los niños de 3 años son imbéciles» traducido del inglés (assholes, que es peor).
Os escribo desde el cansancio, desesperación, hastío, agobio, tristeza, impotencia, incapacidad. Estoy rememorando los terribles 3, pero multiplicado por dos, es decir, las casquetas y rabietas de los tres años, pero casi a los seis. Llevamos bastante tiempo en el que ADRN nos reta, nos burla, nos insulta, nos pega, y es un día sobre otro en el que las horas se nos llenan de gritos, golpes contra el perro de peluche, patadas en nuestras espinillas, insultos (a escala infantil) y posterior llanto desesperado y un lo siento entre lágrimas por su parte, que ha perdido todo su sentido, porque se vuelve a repetir al día siguiente o el mismo día un poco más tarde.
No sabemos qué es lo que pasa por su cabeza, por qué se enfada por todo, por qué es tan susceptible, por qué saca su rabia contra nosotros, por qué, por qué, por qué?
Es un niño que siempre ha sabido expresar sus sentimientos, que siempre ha verbalizado cómo se siente, y de repente ha cambiado, todo le sienta mal, no canaliza la ira contenida, nada le gusta, nada le entretiene, hay que estar constantemente haciéndole caso, jugando con él, cuando ya había conseguido jugar a su aire, con sus construcciones y sus legos.
No me parece que tenga que ver su hermano, aunque algo puede que le afecte. No lo sé, estoy derrotada, y aún me quedan unos meses más de curso online, que tendré que seguir organizando las horas para llegar a todo y a todos, sin caer en el intento y yo hay días que no puedo más. Que mi paciencia ha llegado al tope y mi inteligencia emocional en muchos casos ha desaparecido y sólo me apetece llorar, o pegarme de cabezazos contra la pared.
No quiero ánimos que me digan que todo pasará y que llegarán los días en que los niños se han hecho mayores y eche de menos esta etapa, porque no, porque no me ayudan ahora esos ánimos, más bien me cabrean, necesito soluciones y pautas para llevar lo mejor posible estos momentos, porque nosotros lo pasamos mal, pero él también.
Este fue el post que retoqué y no pensaba publicar, sino que era más un desahogo, una manera de poner en orden los sentimientos que tenemos en esos momentos, él y nosotros. Sin embargo, después de leer ese post y los comentarios que han rodado por internet, me he animado a sacarlo a la luz porque creo que debo ofrecer un punto de vista desde la propia experiencia.
En la maternidad (paternidad) y en la crianza con apego no todo es de color de rosa, no siempre estamos felices y contentos, no dejamos a nuestros hijos hacer lo que les da la gana, les educamos en el respeto y en la inteligencia emocional, sin llantos, sin golpes, sin embargo hay veces que la realidad supera la teoría y él pierde los nervios, y saca su ira incontrolada, su rabia contenida durante todo el día, contra nosotros, y podemos pasarnos una hora entera intentando tranquilizarle, intentando que se calme, con respiraciones, con métodos de calma, yoga si hace falta, pero cuando las situaciones se vuelven cotidianas, y tenemos más de una rabieta brutal al día, o una cada día, los métodos y la paciencia pueden fallar. De ahí a decir que nuestro hijo o cualquier niño de 3 años es un imbécil, manipulador etc. Es mucho decir. Nos hemos dado cuenta por qué las tiene, cuándo surgen en todo su esplendor y estamos tratando de solucionarlo, de anticiparnos a su desazón, y parece que llevamos unos días bastante buenos, aunque nos ha «amenazado» de que cuando haga la próxima casqueta va a a ser mundial! porque lleva mucho tiempo aguantándose (palabras textuales).
Lo que quería transmitiros con este post es que los terribles 3 existen sí, pero de ahí a que convirtamos a nuestros niños en seres manipuladores…. más bien lo contrario, lo que debemos hacer es tratar de comprenderles y de enseñarles a canalizar esa energía. Nosotros somos los adultos, nosotros somos los que no debemos perder los papeles, nosotros somos los educadores, deben pasar esa etapa aprendiendo y no temiendo.
Lo que quería transmitiros con este post es que los terribles 3 existen sí, pero de ahí a que convirtamos a nuestros niños en seres manipuladores…. más bien lo contrario, lo que debemos hacer es tratar de comprenderles y de enseñarles a canalizar esa energía. Nosotros somos los adultos, nosotros somos los que no debemos perder los papeles, nosotros somos los educadores, deben pasar esa etapa aprendiendo y no temiendo.
En fin, reflexiones agotadoras….
Me ha gustado mucho este entrada..la verdad es que plasmas un realidad que es muy cercana y realista. Ánimo Maider!
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Gracias Anónimo, es una etapa muy difícil que la creíamos superada. Y ha vuelto con más fuerza. Menos mal que se supone que a los 6 años aprox se pasan.
En fin, paciencia….
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Gran post Maider. Cambiando nombre y edad del peque podría ser tranquilamente gran parte de lo ques estoy pasando yo también. Los terribles 3? Eso era el año pasado por estas fechas. Este año nos toca los terribles 4? Estoy al borde de la desesperación (por no decir sumida en la total desesperación) y como bien dices, la crianza con apego no significa vivir en una continua felicidad ingenua. Se sufre. Y se sufre mucho. Se llora y se llora mucho. Por no saber cómo ayudarle, por no saber cómo calmarle y porque aún a estas alturas, muy a mi pesar, fruto de la desesperación, se me pasa por la cabeza si una buena torta a tiempo no ayudaría… 🙁 Y porque solo el hecho de pensarlo, me vuelve a dar ganas de llorar.
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Querida Eider, vaya nochecita, no!? Gracias por el comentario. Me anima y mucho, porque me daba la sensación que nadie tiene casquetas como las de ADRN, tan brutales, tan desesperantes, y quiero pensar que recogeremos el fruto de nuestro crianza con apego, que cuando vaya haciéndose mayor verá el esfuerzo que ha supuesto para todos tantas lágrimas adultas. Y sí, yo también lo he pensado alguna vez y sólo de pensarlo tiemblo. Algo estaremos haciendo bien Eider. Quisiera darte ánimos con tus terribles 4. En algún momento saldremos de este bucle. Gracias de verdad por pasarte.
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