Fin de semana para recordar

Hoy os presento una excursión para un fin de semana familiar apto para todos los públicos.
 
 Hace unas semanas, como regalo de cumpleaños para ADRN, fuimos a Teruel, a Dinópolis y ya que estábamos allí hicimos también un poquito de turismo. Casualmente nos coincidió que fue el fin de semana de San Isidro, por lo que aquello estaba llenito de madrileños, al parecer colchoneros por lo que pudimos comprobar, que hasta se atrevieron a ponerle la bufanda rojiblanca al torico de la plaza y a asaltar el tren txu-txu con sus banderas y cánticos.
Dinópolis es ideal para la edad de nuestros niños entre 6 y 8 años es perfecto. Entienden muchas de las explicaciones, se maravillan con los huesos, se divierten escalando y haciendo de paleontólogos, e incluso en las pequeñas atracciones tipo tiovivo y saltamontes.
Teruel efectivamente existe, sí, pero para los turistas, hay muchos establecimientos hoteleros de diferentes categorías y bolsillos, nosotros tuvimos la suerte de coger una buena tarifa en el Parador pero he de deciros que está a las fueras y necesitas del coche.
Cenamos unas tapitas por Teruel capital, y el domingo sugerí que podíamos ir a Albarracín. Que le tenía ganas desde que la estudiamos en la carrera, y la verdad, no defraudó! Porque además la vimos a través de una visita guiada que me encanta, por deformación profesional. ADRN disfrutó de lo lindo y nosotros también.
 Qué gusto da cuando de vez en cuando, varias veces durante el fin de semana, nos agradeció por este maravilloso fin de semana. Y para rematar fuimos a comer a un restaurante con estrellita en mitad de la nada, en el que pese al griterío de LKN por querer probarlo todo y comerse dos hogazas de pan, disfrutamos de la comida, no sólo en Donostia se hace buenísima cocina ñoñostiarra. Fuimos atendidos maravillosamente y con una paciencia infinita.
La pena fue que me pedí conducir para no comerme a LKN y sus «viajecitos» y el muy perrete se durmió hasta Pamplona. (por suerte para todos).
En fin, un viaje para guardar en la memoria. Y totalmente recomendable para todos los lectores del Patio.


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