Volvemos con otro interesante tema a petición popular. La huella digital.
Hemos pasado por encima sobre este tema, y me gustaría ahondar un poco más en él. Teniendo en cuenta que nuestros hijos empiezan a hacerse mayores, que muchos dentro de un par de años empezarán en la universidad, o en un trabajito de verano o incluso habrán cambiado de amigos. ¿Quién no ha querido alguna vez borrar su pasado? Quién no hubiera querido no haberse hecho aquella foto. No haber colgado aquel tuit. Pues de eso trata la huella digital. De que los hechos pasados te acompañan en tu futuro.
Los departamentos de recursos humanos, cada vez más, revisan las cuentas y los nombres de sus candidatos en busca de información sensible. Es decir, lo que no sale en los curriculums, nuestra vida cotidiana, nuestra opinión, nuestra opción política etc.
Hace apenas 10 años, nuestras referencias laborales se pedían por teléfono a fulanito o menganito que había trabajado contigo. Ahora da igual lo que hayas hecho, todo queda registrado en la red. Y ese rastro puede volverse en nuestra contra a la hora de aspirar a un puesto de trabajo. y por supuesto también los jóvenes. Es muy difícil defender una actitud cuando las redes dicen otra cosa.
Cuando en las charlas a los chavales, les digo que su huella digital puede causarles problemas para aspirar a un empleo, no se lo creen. Pero imaginaos que aquella foto de borrachera de fin de año la ve tu futuro jefe de un prestigioso gabinete psicológico en el que tratan temas de alcoholismo o dependencias. ¿Crees que les gustaría verte en ese estado?
Tampoco se creen en un principio que las imputaciones a menores pueden traerles consecuencias a futuro, por ejemplo en el expediente de sus antecedentes penales para acceder a un puesto de trabajo en según qué sectores (banca, abogacía, maestros, polícia, etc) Entonces ya empiezan a pensar con la cabeza y a borrárseles la sonrisa picarona de la cara.
Y qué me decís de los que dicen y se desdicen en Twitter. Cuántos casos hemos conocido por tirar de la hemeroteca digital.
Todo suma, desde simples comentarios en la noticia de un periódico, hasta vuestro muro de facebook, por supuesto vuestras fotos de Instagram, hasta los pines que seguís en la casi olvidada pinterest.
También os han podido etiquetar en fotos que ni sabíais que existen, o en noticias en las que salga vuestro nombre. Habéis probado a buscaros en Google. Procurad hacerlo en una ventana de incógnito para que las cookies no os jueguen una mala pasada.
La huella digital forma parte de nuestra vida, de nuestra reputación, y de igual manera que antes no nos gustaba que un fotógrafo nos sacará en una manifestación, y nos tapábamos la cara para que no nos vieran en esa marcha, quizá nuestros jóvenes deberían empezar a pensar en qué fotos o formatos salen, porque a partir de ahora puede ir en su contra. Al igual que las fotos de los adultos en las que salen los niños. ¿Qué me decís de todas las fotos de vuestras redes en las que salen vuestros hijos? ¿Creéis que les gustará saber o verse en unos años con aquellas coletas, o en pañales?