Karate Kid

Tenía este post preparado para sacarlo en verano pero he preferido esperar un poco y ver si le seguía gustando, o sólo era un pasatiempo. Y sí, no sólo le gusta a él, nos gusta a todos.
El otro día me quedé a verle una clase, es de los más pequeños de su grupo, el que ha empezado más tarde, probablemente el que menos fuerza física tenga, pero no importa. Le pone tantas ganas, tanta concentración, tanta perfección que lo hace en su nivel amarillo igual que un nivel negro.
Me quedé emocionada, embelesada, boquiabierta mirando su exhibición.
Sé que mi hijo es perfeccionista, quizá demasiado, no lo puede evitar, si hace algo, tiene que hacerlo bien. Se fija tanto, tiene tanta retención en su cabeza, que cuando empezó su exhibición, saludó y se quedó unos instantes como pensando la «coreografía» y acto seguido empezó el «baile», con todo ese lío de movimientos sin aparente relación (desde mi ignorancia). Terminó, volvió a saludar y se sentó con una sonrisa de satisfacción que casi me hizo llorar de emoción.
Desde este Patio, agradezco la gran labor que hacen desde el Club de karate, Isamu Sotokhan,  porque veo que todos los niños y niñas y más mayorcitos tienen un gran sentido del deber, es como una disciplina. Una responsabilidad, y además transmiten mucha «goxotasuna«. Qué suerte poder pertenecer a algo así. Esperemos que por muchos años.
Por supuesto, os imaginaréis la cara de orgullo de sus abuelitos cuando le vieron en la exhibición que hicieron en la calle. (fotos adjuntas).

3 thoughts on “Karate Kid

  1. Qué txapelduna tenéis en casa, Maider!! Qué importante es el deporte a todas las edades y las artes marciales enseñan mucha disciplina. Mi enano, bueno… ya no tanto porque en diciembre cumplirá 9 añazos hace Aikido…Lo que más me gusta es que hay vida más allá del futbol…del que no puedo obligarlo a salir…

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