Hotel Transilvania 2. Tarde de Cine.

Hace unos días fuimos al cine en familia, con todo lo que ello conlleva de gasto. En los tiempos que corren ir al cine es un lujo que te desbarata el presupuesto mensual. 
Pero bueno, había que ir porque somos los fans número 1 de la primera parte y nos gustó tanto tanto que cuando vimos que se anunciaba nos miramos entusiasmados
De todas formas, avisamos a ADRN que segundas partes nunca fueron buenas, no queríamos que se desilusionara ya que ADRN se sabe los diálogos de memoria de la primera parte y estoy segura que íba pensando en algo similar. 

La película es una segunda parte de la primera, si no ves la primera te faltan datos, pero se entiende bien. Los doblajes están fantásticamente interpretados en castellano, el gran Santiago Segura y Clara Lago hacen un magnífico trabajo. Es que los ves ahí, en la peli, a través de sus voces. 
Los golpes de humor están logrados, pero sobre todo me quedo con el fondo de la película.



 Tiene varias moralejas

«Seas humano, vampiro o unicornio, lo que importa es que seas feliz» 

  • El pequeño Denis es tan rico que te dan ganas de comértelo, sobre todo cuando su vampiabuelo le peina. 
  • El amor incondicional de los abuelos hacia sus nietos es delicioso. 
  • Ser un monstruo o un humano no es ni mejor ni peor. Ser diferente no es malo. 
  • Ser tú mismo y sentirte a gusto entre gente aparentemente muy diferente a ti. 

En fin, 90 minutos en los que estás sonriendo practicamente a cada rato, miras de reojillo a los niños a ver si les brilla una lagrimilla y te secas las tuyas cuando te emocionas como madre. Llamarme ñoña, pero a medida que me hago mayor, lloro más y me emociono más. 
De todas formas, la primera me gustó más. Será por la originalidad, la sorpresa, la trama. Estoy pensando en pedir la 1 a los reyes para guardarla en mi colección. 
Una pega que no es de la película sino de la educación humana. El cine medio vacio, máximo 20 personas, salpicadas por la sala. Llega una familia justo antes de apagar las luces, y se pone delante nuestro. No había más sitio, no? Aunque sea dos filas más adelante, joe! Y la madre alta, delante de mi niño. Hubo que cambiarse de sitio porque nos tapaba. En fin. Sigo pensando que la rara soy yo. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *