¡Una chica y cinco chicos!

¡Una chica y cinco chicos!

Mira, no pensaba escribir nada al respecto, quería cerrar los ojos y mirar para otro lado, pero conversaciones de esta mañana con otras madres, me han hecho reflexionar. Y grito todo lo alto que se pueda, NO ES NO! 

Y lo digo porque acaban de empezar las fiestas de los pueblos, y las fiestas de san Fermín, y ya hemos tenido la primera agresión. Una chica entre 5 chicos. Y desgraciadamente en este país, el primer pensamiento que viene a la mente es «¿Qué hacía una chica entre 5 chicos?» Perdona, ese es un pensamiento totalmente machista, porque si fuese al revés ni se nos pasaría por la cabeza. Pero lo malo de todo, es que ese pensamiento sale de al cabeza de mujeres, de madres.

Muchas madres de hijas, sufren con el momento en el que sus hijas les llega la edad de salir a divertirse, «Ten cuidado, no hables con desconocidos, hazte valer, no te dejes manosear, si notas cierto peligro, corre…» No, ese no es el camino para la igualdad y para protegerlas. La clave de todo vuelve al principio, a la educación. De todos. Hijos e hijas. Yo no les digo a mis hijos no pegues a las niñas, les digo no peguéis. No les digo, deja jugar a esa niña por ser niña, les digo, deja jugar. Debemos enseñar educación a todos y a todas. Y no me gusta poner separaciones de todos y todas pero en este caso es fundamental. Ya que los niños y niñas de hoy son los adultos del mañana y si a nuestros hijos e hijas los educamos para cuidarse los unos de los otros, no será necesario educar a nuestras hijas para protegerse de ellos, sino educar a todos en igualdad.

Por ser chico, no tienes derecho sobre otros y mucho menos sobre otras.

Quizá hablo desde el desconocimiento, no sé qué consignas les daban a los chicos cuando salían por la noche en mis tiempos. A mi me decían todo lo anterior. Y al volver a casa siempre, con miedo, siempre entre varias, siempre juntas, pero nunca solas. En cambio me cruzaba con chicos que volvían solos a casa, y en vez de alegrarme, me cruzaba de acera, por si acaso. No es normal.

No es normal. no podemos seguir protegiendo a nuestras hijas, si no educamos a nuestros hijos. Nuestros maridos no pueden seguir teniendo ese pensamiento de alegría al descubrir en el embarazo que es un niño. «Qué bien, así no tendré que pasarme noches en vela cuando salga de marcha». No. Ese no es el pensamiento de un país que se supone progresista y avanzado.

La base tiene que estar sólida para que nuestros hijos e hijas puedan salir a divertirse sin problemas.

Y cuando digo problemas, me refiero a poder vestirse como quieran. Ya que no es un problema llevar shorts, no te estoy provocando. No es un problema llevar camisetas ajustadas, ni blancas, ni transparentes, no te estoy provocando. No quiero que me desnudes con la mirada, no quiero que me toques, respétame, no soy de tu propiedad no puedes hacer lo que quieras conmigo. No es no.

Por suerte conozco a muchos chavales y chavales que respetan y que se lo pasan genial por la noche sin necesidad de abusar. Son los menos los que agreden, pero con uno que lo haga ya le está jodiendo la vida a esa chica.

Además vivimos en una sociedad tan machista, que primero piensan que la culpa fue de ella. No hay culpas, hay responsabilidades. Y en este caso, siempre será del agresor. Ella no quería. Te lo aseguro. Y si por un casual quedan libres o impunes de esta agresión, volveremos a la polémica de que «ella se lo buscó» y así seguiremos, lamentando agresiones y buscando culpables, cuando la mayor responsabilidad está en casa.

No tienen madres, hermanas, tías, abuelas a las que preguntar si lo hecho es correcto? En qué estaban pensando? No escuchaban? Nadie vio nada? Todos somos responsables de esas agresiones mientras no hagamos nada. Me veo en la necesidad al menos de escupir aquí estos pensamientos.

Y seguiría hablando del tema, pero he dicho que no quería. La responsabilidad de educar empieza desde pequeños y pequeñas. Está en nuestra mano cambiar estos machismos que hacen de la raza humana un mundo asqueroso.

NO ES NO

10 thoughts on “¡Una chica y cinco chicos!

  1. De acuerdo NO ES NO y punto, ni el modo de vestir, ni el lugar, ni la compañía son pretextos para que los abusadores crucen la raya. Cualquier otro argumento raya en el machismo puro y duro… Como madre de dos HOMBRES es mi labor enseñarles a respetar a TODOS … Independientemente del género…Ni ES NO Y PUNTO.

  2. Madre mía anda que no queda por educar. Tengo una hija y desde que es adolescente me estoy dando cuenta del machismo que hay todavía tanto en hombres como en mujeres, que es más triste. Las mujeres nos tenemos que empoderar y hacer frente común ante las agresiones y no callar, si te rozan en el metro, te apartas, si, pones el bolso delante, pero también le llamas cerdo y avisas a otras mujeres, ya está bien de pasar por alto tantas agrsiones tanto físicas como verbales.
    Todavía hay muchos hombres que no lo son, son animales y no me vale la justificacion de que están borrachos ,que yo también bebo y no me da por tocarle el culo a ningún tío.

    1. Ana, ante todo agradecerte tu paso por el Patio y tu comentario.
      Un gran ejemplo el que has puesto, yo bebo y no me da por tocarle el culo a nadie. Y lo que es peor, si se lo toco a alguien, parece que estás provocando y volvemos a empezar.
      Mucha fuerza para educar a tu hija, y hacerle fuerte.
      Un abrazo!

  3. Maider, gracias por tu post. Que se nos vea repudiando estas conductas, que se nos oiga rechazarlas hasta que consigamos cambiar esta sociedad y las mujeres no suframos agresiones machistas.

    1. Gracias Pilar! Me da tanta rabia estas situaciones. Pienso en las figuras femeninas de estos chicos y alucino, No me gustaría estar en la piel de sus madres por ejemplo, Cómo han educado a sus hijos para que hagan semejantes barbaridades.
      Y qué son las agresiones de alta y baja intensidad que estamos escuchando ahroa en la tele. Tocarte el culo sin tú quererlo es de baja intensidad?

  4. No es no. Siempre. En cuanto a lo de culpabilizar a las víctimas siempre he pensado que se hace porque da tranquilidad, es decir: si yo no me visto provocativa no me pasarà, si no le doy cuerda a ese chico no me pasará y así un largo etcétera. Esos juicios que se hacen dan una falsa sensación de seguridad, y digo falsa porque estas cosas no pasan por cómo te vistas o por cómo hables, pasan porque los hay que no entienden lo que es el respeto. Como bien has dicho antes tenemos una gran labor por delante si queremos que esta sociedad mejore

    1. Laura, gracias por tu comentario. Es que todos es más fácil si les culpamos a ellas.
      Está en nuestra mano conseguir cambiar esta sociedad podrida en la que la mujer sigue estando en manos de hombres así.
      Qué asco.

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